Este libro contiene reportajes publicados antes y después del estallido social. Hay un capítulo dedicado a Carabineros. Está la reconstrucción del asesinato del joven mapuche Camilo Catrillanca, que además del horror de su muerte mostró que la corrupción en Carabineros no solo se traducía en el robo a manos llenas sino que sus funcionarios eran capaces de matar, mentir y ocultar. Están algunos de los reportajes publicados tras el estallido que dan cuenta de otro importante rol de CIPER, que es mostrar aquello que los medios tradicionales no publican.
La segunda parte está dedicada a los abusos en la vida cotidiana. Los expertos se debaten en explicaciones sobre el origen de la revuelta y quien ensaye una respuesta unívoca es poco creíble, pero sin duda la sensación de abuso sistemático es uno de los motores que sostiene al movimiento. Parte en la desigualdad, pero se traduce en múltiples situaciones en que las ganancias y garantías a las grandes empresas se han privilegiado sobre los derechos de los ciudadanos. El caso de los medidores de luz “inteligentes” es un ejemplo que puede parecer pequeño, pero la indignación de los lectores tras la publicación del reportaje fue una fuerza poderosa. El elevado endeudamiento de los chilenos es otro de los malestares transversales. Si un amplio acceso al crédito y a diversos servicios financieros puede considerarse un paso hacia el desarrollo, la evidencia demuestra que en Chile el camino está lleno de abusos. También el negocio del agua ha sido investigado en todos sus ángulos por CIPER. El reportaje seleccionado muestra una arista poco abordada y bien podría titularse con el eslogan que surgió con el estallido: “No es sequía, es saqueo”.