El propio mundo masivo y popular en constitución en la segunda mitad del siglo XIX, en compleja mixtura con sus antecedentes campesinos y plebeyos, comenzará a pugnar por introducirse en la disputa por la representación verdadera de la realidad. Así surgen distintos modos de hacer periodismo y esas prácticas y rutinas van configurando ciertos modelos, van abriendo paso a la profesionalización de la actividad y, en suma, van creando las condiciones de emergencia de un mercado periodístico.