Nunca antes América Latina y el Caribe ha vivido un período tan extenso y duradero de democratización. En muchos países se avanzó de regímenes militares a lo que hoy se denominan democracias electorales. En otros casos, regímenes autoritarios unipartidistas dieron paso a regímenes más plurales. El análisis de los actuales procesos de democratización muchas veces olvida un actor clave de esta historia: ¿Qué rol ocupan hoy las fuerzas armadas en América Latina? ¿Se ha verificado un proceso de reacomodo institucional y subordinación o continúan ellas siendo factores de poder político más allá de su función profesional?
Este libro indaga sobre la posición que ocupan los militares en los diversos sistemas políticos de la región, incorporando los casos de Venezuela, Ecuador, Bolivia, Cuba, Colombia, México, Brasil, Perú y Chile. La primera, y a veces no tan evidente constatación, es que los militares continúan siendo factores claves de poder en la escena política. En todos estos casos se trata de instituciones relativamente autónomas, con intereses corporativos y fuertes incentivos para actuar e intervenir en su contexto nacional. Tales intervenciones no se asocian hoy con la apropiación del poder político como solía ocurrir en el pasado, sino con la incidencia política ya sea para defender intereses corporativos o bien para apoyar proyectos políticos específicos.
El texto entrega una mirada actualizada, novedosa y necesaria sobre un actor clave de la escena política Latinoamericana, argumentando que el fortalecimiento democrático pasa por la revisión de la posición que ocupan los militares en la escena política. El estudio comparativo demuestra que ellos continúan siendo factores de poder.