Sistematizar experiencias para también construir procesos de teorización y conceptualización que, desde su vitalidad y originalidad, nos ayuden a construir marcos y referencias categoriales capaces de comprender e interpretar fenómenos nuevos o inéditos y, por lo tanto, tener mejores condiciones para transformarlos, es un reto a la creatividad, a la innovación de fondo, a la imaginación prefiguradora de lo que podemos hacer que ocurra; en última instancia, es un reto a la reinvención de nuestras prácticas. Es la hora de soltar nuestras amarras mentales y los esquemas metodológicos y organizativos fijos. Es la hora de colocar los procesos educativos en movimiento de transformación sentipensante y de encuentro crítico y problematizador, aprendiendo desde nuestras propias prácticas para transformarlas. Por ello, bienvenidas estas reinvenciones de las educaciones populares sudamericanas, para ayudarnos a transgredir nuestros límites y rutinas con estas pautas de inspiración.
