Borges señaló este relato como el más grande y perfecto artilugio narrativo de la historia, antecesor directo de los relatos de Melville y Franz Kafka. Wakefield es un hombre sosegado, vanidoso, egoísta, propenso a crear misterios pueriles. Un día dice a su mujer que va a emprender un viaje de negocios y que regresará en dos días. ¿Quién no ha sentido alguna vez la tentación de huir del encierro de su propia vida, de liberarse del peso de las responsabilidades y de las rutinas? Las maravillosas ilustraciones son de Ana Juan