¿Qué hay en la amistad que ha generado tanta reflexión y tan disímiles lecturas? ¿Qué hay en los amigos que permite hablar a veces de lo cotidiano y de las relaciones sociales, de esos encuentros que se disfrutan en la sencillez y lo común, y a veces ayuda a expresar los rasgos de lo cívico, de la ciudadanía, de la democracia? La amistad ha transitado por diversos lugares y fronteras, a través de reflexiones sobre lo humano y lo divino, sobre la igualdad y la desigualad, sobre lo afectivo y el poder, sobre la justicia y la imparcialidad, sobre la concordia y el disenso, siempre a partir de una experiencia particular: el amigo o la amiga, los amigos. Este desplegarse entre lo individual y lo general, lo particular y lo universal, lo singular y lo colectivo, lo privado y lo público está en el núcleo tanto de la historia de la amistad como de su concepto. El intento de adentrarse en ese doble movimiento es lo que este texto ofrece.