Vladímir Vladimírovich Mayakovski era un hombre alto y grandote. Un día, paseando por la calle, unos niños le dijeron: -Oiga señor, ¿nos puede alcanzar un gorrión?, y entonces el contestó: -¿Y no preferís un águila? Esta anécdota es significativa sobre el carácter del poeta y explica que en el conjunto de su obra haya unos poemas dedicados a los más pequeños -varios de los cuales se presentan en esta colección.