Este primer libro de Óscar Espinoza, es un claro intento de reconstruir el ethos del Choapa, de armar un proyecto escritural unitario y, fundamentalmente, de la operación estética para sacar la palabra de su uso común y volverla andamio de la vibración artística. Propicia con claridad un concepto etnocultural: la reconstrucción del hogar primigenio, del amor y de la ternura. La madre tierra se niega a desaparecer; es hembra y magia; alimento de su pueblo, y en lo capital: no es paraje sino vida. No son los afanes epocales baratos ni siquiera los residuos de la revolución decimonónica sino la sabiduría de la tierra más profunda que persiste en su ser y en sobarse sus propias heridas, ajena al negocio mesquino del campaneo en la política oportunista y cuetera. Es ésta la poesía “que niega a la historia”, al decir de Octavio Paz; pero, por su ser vivísimo, la vuelve la mejor exposición de los verdaderos dolores de estos tiempos confusos. |