Tal vez no exista otra poética en la que una experimentación tan radical sobre el lenguaje se presente unida a un profundo compromiso humano y social, como sucede en la del peruano César vallejos. Esta atíoica convergencia entre las transgresiones léxicas y una fuerte articulación referencial no es ajena al deslizamiento constante entre el sentido propio y el figurado: los sofisticados juegos verbales, los arcaísmosy neologismos, así como las alteraciones de los significantes alternan con registros de habla, referencias mundanas y expresiones populares.