Para conocer un país hay que beber de su historia y para conocer la historia de un país hay que seguir el rastro de los hombres ilustres , de los hombre auténticos , de los hombres capaces y de rasgar su piel y participar, como protagonistas de primera línea, en los principales sucesos históricos, sociopolíticos y culturales de su patria. Corresponden a estas páginas, sabiamente escritas y compiladas, mostrar una etapa, la pequeña gran etapa de un martiano que en aquellos primeros días de luz emancipadora, asumió el difícil reto de cambiar las estructuras y conceptos de un sistema educacional que previlegiaba a pocos y sumía en la ignorancia a tantos.
Armando Hart Dávalos, con la edad en que se comienza una vida , organizó la Educación de una nación desde su condición de ministro, y cabalgó junto a las ideas de Fidel, Raúl, Camilo ,el Che y otros líderes de la Revolución Cubana , por una campaña alfabetizadora que iluminó la instrucción y el pensamiento de todo un pueblo. Eso solo puede realizarse cuando se siente una gran pasión, como esta que define a Hart: Pasión por Cuba.