¡Público, gracias a Dios!
Han sido muy amables en venir. No se dejaron disuadir por todos esos idiotas que dicen: “¡Marx está muerto!”. Bueno, estoy... y no estoy. Ahí tienen dialéctica.
No le molesta bromear sobre sí mismo o sus ideas. Quizá se ha moderado a lo largo de todos estos años. Pero justo cuando uno piensa que Marx se ha suavizado, hay estallidos de furia.
Tal vez se pregunten cómo llegué acá... sonríe con picardía...: transporte público.
Cambia de humor.
¿Por qué he regresado?
Muestra un poco de furia.
¡Para limpiar mi nombre!
He estado leyendo los periódicos de ustedes... Toma un periódico. ¡Todos proclaman que mis idean están muertas! No es nada nuevo. Estos payasos llevan más de cien años diciendo eso. ¿No se preguntan por qué será necesario declararme muerto una y otra vez?”
Howard Zinn