Una carta imaginada entre un maestro y su discípula y amiga, que da cuenta en el estilo del soliloquio, de los desencuentros que Heidegger tuvo con la historia de su momento. Una carta que quiere poner de relieve esos desencuentros, no sólo políticos sino filosóficos, en una versión en la que el enunciatario es otro, contemporáneo, profesor de filosofía, italiano, conocedor de la obra y de la vida de los dos filósofos que "protagonizan" este texto.