Una de las tantas riquezas del neozapatismo mexicano, que expresa además su complejidad como nuevo movimiento social antisistémico, es su gusto y cultivo de las paradojas y de los oxymorones. Lo que, claramente, es un modo de distanciamiento crítico frente a la realidad capitalista todavía imperante, cada vez más absurda, irracional y ausente de sentido. Pues frente a un sistema capitalista mundial que recrea la guerra, el hambre y la escasez artificiales y masivas, y que banaliza y degrada lo sublime y lo artístico, corrompiendo los valores, las relaciones humanas y toda forma de creación social, a la vez que destruye sin remedio la ecología y el medio ambiente natural, entre tantas otras manifestaciones de lo absurdo e irracional, la única actitud intelectual sana y posible es la del distanciamiento crítico, que toma distancia de la lógica también irracional hoy imperante, y que intenta encontrar, desde otros espacios y desde otra lógica diversa, la coherencia profunda y el sentido global de toda esta aparente sinrazón acumulada.