En Las cenizas de Gramsci se condensa el debate ético de la poesía contemporánea, la búsqueda de una reflexión que mantenga intacta la lealtad a los sueños, sin que esa lealtad nos aparte de la lucidez. El resultado es una conciencia que se sitúa en la vitalidad desesperada, una indagación sentimental que renuncia a la comodidad ofrecida por cualquier tipo de pureza, para situarse en las contradicciones de la historia y del deseo. En tiempos de cinismo, desorientación y debilidad cívica, la voz de Pasolini es evocada de forma oportuna