El temprano desarrollo del modelo neocolonial en Cuba y sus dependencia a los Estados Unidos determina la naturaleza de la revolución y la convierte en al primera revolución antineocolonialista de la historia, condición que determina su especificidad y la ubica como un problema integral y permanente para la política estadounidense.
Todavía, casi medio siglo después de que los entonces jóvenes guerrilleros bajaran de las montañas y en el mundo se pusieran de moda sus barbas y sus melenas en señal de rebeldía, en la Revolución cubana se refleja el dilema que enfrenta el futuro de la humanidad. Por lo menos es el dilema de este mundo nuestro, que no es el tercero, sino el único otro que existe.