Hace 15 años nadie podía suponer que la “emergencia indígena” iba a ser un factor tan determinante en la vida social y política latinoamericana. Políticos auto identificados como indígenas han llegado a la primera magistratura de sus países, ministerios y alianzas políticas de la mayor relevancia. En el caso chileno, que el autor sigue diariamente con pasión y dolor, la “emergencia mapuche” se ha transformado quizás en el fenómeno político-social de mayor complejidad en un país que desea avanzar hacia una democracia moderna. Frente a quienes quisieran huir del pasado latinoamericano, la “cuestión indígena” les recuerda que nadie, ni persona, ni comunidad, ni nación, puede hacer “tabla rasa” de lo que se ha sido.