Este libro es el resultado de un estudio específico sobre los intelectuales indígenas, tomando el caso de los quechuas en Ecuador, aymaras en Bolivia y mapuches en Chile, y pone énfasis en dos dimensiones: el proceso histórico de su emergencia (y las condiciones teórico-políticas que los invisibilizan) y el análisis de su escritura, entendida como la práctica que mejor da cuenta de su especificidad.