El libro que el lector tiene en sus manos es una autobiografía del arquetipo de un profesional chileno del siglo XX, que logra, gracias a su educación, insertarse en la frontera del conocimiento científico. El joven estudiante Alfredo Jadresic, que entra a la universidad a seguir medicina, permite avizorar el inicio de una vida que se pondrá al día con el conocimiento adquirido, incluyendo el postgrado en Cambridge y en la Escuela de Medicina de Londres. A la vez, empieza a manifestarse aquel valor permanente que es su interés por lo "social", que se expresa con tanta fuerza cuando en 1968 irrumpe el movimiento de Reforma en la Universidad de Chile. Durante un largo tiempo trabajamos juntos. Las tensiones que se generaban en la sociedad chilena a finales de los sesenta se expresaban en visiones distintas de cómo entender el desarrollo de Chile. En ese escenario tan complejo es donde le toca actuar a Alfredo. Adquiere un liderazgo nítido y por ello es elegido Decano de la Facultad de Medicina y luego las fuerzas progresistas piensan que es posible que alcance el rectorado. Vi entonces como el hombre de pensamiento daba paso al hombre de acción. Ése es tal vez uno de los capítulos más apasionantes del libro, que se ve abruptamente interrumpido: se inicia la Dictadura. Y allí está "el prisionero de guerra" y su notificación del destierro. Y es cuando comienza ese otro gran capítulo, el del exilio en Gran Bretaña. Al regreso, en 1989, se inserta en el Ministerio de Salud para seguir colaborando en el avance de Chile. A ratos, leyendo estas páginas, pareciera que comenzamos a vislumbrar lo que será el siglo XXI. En este caballero andante, que camina por el siglo XX, uno empieza a ver lo que tendrán que ser los caballeros del siglo XXI