El texto que estamos presentando fue escrito por Lenin entre agosto y septiembre de 1917, poco antes de que se abriera la crisis revolucionaria que desembocó en la conquista del poder por los bolcheviques en Rusia y en la instauración del primer Estado proletario de la historia. Si Lenin, que en ese momento se encontraba en la clandestinidad, se dedicó en esos momentos tan decisivos a clarificar sobre la concepción marxista del Estado es evidente que se trataba de un punto central. Por eso el libro incluye una reconstrucción minuciosa de las posiciones sostenidas por Marx y Engels para contraponerlas a la visión que prevalecía entre los socialdemócratas alemanes, que era comparable a la que sostenían los mencheviques rusos en esos días.
¿Por qué este folleto tiene actualidad? Porque, como ya han pasado varias décadas sin revoluciones sociales triunfantes, estamos ante uno de los momentos de la historia del capitalismo donde más férreamente está instaurada en las amplias masas la creencia que todo cambio progresivo que se produzca se dará en los marcos del actual tipo de Estado y que los cambios a los que podemos aspirar se lograrán dentro de las democracias burguesas, que incluso han dejado de ser llamadas de esta forma para ser nombradas como “democracias” a secas.
Desde 2008, el capitalismo se arrastra en una crisis. Nuevas generaciones perciben que este sistema solo les depara un futuro cada vez más oscuro. Clarificar los objetivos de nuestra lucha se vuelve primordial para ofrecer una perspectiva socialista y revolucionaria a quienes salen a las calles cada vez más frecuentemente a enfrentar las consecuencias de este sistema de explotación y opresión.