Larsen regresa a la ciudad de Santa Mara y se emplea en el a stillero de Petrus al tiempo que comienza a cortejar a la hi ja de ste, con el nico propsito de encontrar un sentido y at riburselo a los aos que le quedan por vivir y, por lo tanto, a toda su vida. Pronto la farsa se hace evidente, el astill ero est irremediablemente en quiebra, solo es un espacio en ruinas, corrodo por la depredacin y el deterioro, y l es sol o un difunto sin sepelio jugando a la hormiguita laboriosa, a quien fuera de esa farsa que acept como trabajo no le qued a ms que el fro del invierno, la vejez, el no tener dnde ir, la posibilidad de la muerte. Pero una cosa es jugar solo su propio juego y otra es que los dems lo acompaen, entonces e l juego es lo serio, se transforma en lo real y aceptarlo es aceptar la locura.
ETERNA CADENCIA
2017
215