El complejo proceso de transformación que vive la economía mundial se expresa en el cruce de dos crisis simultáneas: una cíclica y una estructural. Las crisis cíclicas tienen particularidades; en el caso de la actual, se expresa en que tiene su epicentro en EE.UU., repercutiendo en el mundo desarrollado mediante el globalizado mercado de capitales. Sus aspectos financieros obtuvieron una relevancia y complejidad enormes por la creación de mecanismos financieros sofisticados. Sus efectos sobre la “economía real” rápidamente se expandieron globalmente.