En 1982 el parlamentario y ex ministro Isidoro Errázuriz señaló que en La Araucanía el mapuche, el colono nacional y el colono extranjero se fundirían en una chilenidad; sin embargo, La Frontera fue sacudida en el curso de todo el siglo XX por conflictos que echaron por tierra aquellas presunciones. La lucha por la tierra y el intento de algunos de seguir aplastando al pueblo mapuche y al ocupante nacional desató actos de violencia que complicaron aún más la posibilidad de un encuentro entre los grupos que empezaban a compartir los antiguos territorios mapuche. La historia que se recrea en estas páginas da cuenta de un proceso doloroso para el pueblo mapuche y ocupantes nacionales y extranjeros, expuesto a los abusos cometidos por particulares que el Estado fue capaz de evitar.