Coexistencia y Educación es un estudio con alma; iluminador y atrevido. Desafiante, por cierto, que nos invita a “resucitar y humanizar la educación”, a través del rescate del “ser del estudiante y el ser del docente en relación”.
Alarcón , al iluminar la zona más oscura de la educación, esto es, la falta de “coexistencia” entre docente y estudiante, pone el dedo en una llaga abierta, en especial para quienes aún consideran que debe haber barreras infranqueables entre ambos. Esta discusión, sin embargo, queda zanjada si rescatamos la condición de “sujeto” tanto para el docente como para estudiantes. La invitación, entonces, es a existir y a hacer existir a nuestros estudiantes.