“Tropitambo”, que significa un paisaje diverso y distinto a todos los otros nortes que se puedan ubicar en el planeta. Aquí podemos encontrar un desierto inhóspito, con una sequedad en su paisaje y miles de vidas humanas entramándose, transitando y atravesándose en las disipaciones y alucinaciones que se presencian y conviven frente o bajo la energía del sol.
La vida nunca ha sido fácil en el norte de Chile, está llena de realidades inexpresables y de dolores como sufrimientos que se suavizan de alguna manera con bailes, ritmos y música, con cultos y la visión extraordinaria que entrega la alucinación. Alucinemos que el carnaval aminora el dolor.
Es así que la realidad pasa a ser parte de las alucinaciones. Acá todo se entrecruza, toma aspecto de máscara y de ritual, cada exclamación o pregunta se hacen parte de panoramas únicos, que se contraponen y potencian al mismo tiempo. Eso ya nos entrega suficientes argumentos como para dejar registro de las vidas que viven en estos territorios, que se encuentran en estos tantos nortes, como personas existieron y existen en este lugar.
El Tropitambo se asoma desde la letra y las trabazones de Rodrigo Ramos. Crónicas y diálogos rebozados de entrevista, envueltos en curiosidad perpleja que intenta desentrañar y acercarse a los aconteceres diarios y eternos, como a los absurdos e irreales, hacen que este libro sea un material fundamental para explorar y sentir las tierras del norte.