En este portentoso libro, los recuerdos del escritor irlandés Anthony Cronin se centran básicamente en Dublín y Londres durante la década de 1950 y la primera mitad de la década siguiente, con foco en las figuras de los escritores irlandeses Brendan Behan, Patrick Kavanagh y Flann O'Brien, a quienes se suman los pintores escoceses Robert MacBryde y Robert Colquhoun y el novelista británico Julian Maclaren-Ross, todos ellos grandes artistas hoy reconocidos, y en su tiempo bohemios relativamente fracasados. Como telón de fondo de sus aventuras, los pubs y las redacciones de las revistas literarias de una y otra ciudad son la escenografía permanente por donde también transitan Dylan Thomas, Francis Bacon, George Baker, Elizabeth Smart y muchos otros artistas hoy igualmente reconocidos.