La filosofía pasado el mañana fue elegido libro del año por el Times Literary Supplement con ocasión de su publicación en 2005: «La filosofía pasado el mañana no decepciona. ¿Quién sino Cavell, con su tono seductoramente conversacional, podría empezar un ensayo con El nacimiento de la tragedia de Nietzsche y acabarlo con un análisis de Fred Astaire?». En este volumen es posible encontrar reflexiones muy pertinentes sobre Shakespeare, acerca del cual Cavell es un experto, pero también sobre Henry James, Wittgenstein, Heidegger, y Thoreau, en un ensayo que estudia la relación entre ambos. Cavell es uno de los mejores intérpretes de estos autores tan diversos, lo que da una idea de la dimensión panorámica de este respetadísimo filósofo. Siguiendo su temprana vocación por la obra del filósofo de Oxford J.L. Austin, en otro de los ensayos que componen la obra y que consideramos uno de los mejores, Cavell propone añadir a las «expresiones performativas» de Austin las que él llama «expresiones pasionales», y que relaciona con el mundo de la ópera, sobre el cual también ha escrito un libro.