Soñé que la economía estaba al servicio del hombre. Soñé con principios que guiaban el quehacer de las empresas. Soñé a empresarios y trabajadores unidos tras un mundo mejor. Soñé que el trabajo era fuente de realización de cada hombre. Soñé que la ley fundamental de la economía era la fraternidad. ... Soñé que las ideas de este libro ya habían sido superadas.