Agustín de Hipona vivió entre 354 y 430 de nuestra era, época muy convulsionada al interior del Imperio Romano. Alos 33 años se convirtió al cristianismo, y a, partir de ese momento, comenzó a redactar su inmensa obra. El conocimiento filosófico que había adquirido y depurado a lo largo de su vida, lo utilizó para explicar los dogmas de fe que acababa de adoptar. En ocasión de lo anterior, también redacto obras de un contenido estrictamente filosófico. El libre albedrío, dialogo redactado entre 384 y 395, es una de ellas.