Esta es la historia de un niño al que le encantaban los libros y tenía un padre con una poderosa mandíbula. Era tan, tan fuerte su mandíbula, que con ella era capaz de levantar diferentes objetos, y algunos de ellos verdaderamente muy pesados. Y eso no era todo: sobre esos objetos trepaba este niño lector que era la estrella de cada espectáculo, aunque luego volvía sobre sus inseparables libros.