El estudio de Daniela Valenzuela se orienta a caracterizar la tecnología de producción de los grabados rupestres, comprender sus dimensiones sociales, contribuir al mejor entendimiento de la prehistoria local y avanzar en las relaciones entre tecnología y prácticas sociales durante los períodos Intermedio Tardío (ca. 1000-1400 d.C.) y Tardío (ca. 1400-1540 d.C.) en el sector Chaupiyunga del valle de Lluta (18º S 70º O), en los Valles Occidentales exorreicos en la costa del desierto de Atacama, norte de Chile. Como dice Dánae Fiore, “los lectores encontrarán en este fascinante libro los resultados de un análisis exhaustivo y sistemático sobre la producción del arte rupestre de una región del norte de Chile, y también los métodos y técnicas empleados para analizarlos, que son claramente aplicables a muchos otros casos de estudio. […] Los petroglifos de las aldeas agrícolas y de los sitios caravaneros altoandinos se analizan a partir de sus contextos de producción y uso, y se conectan formando un paisaje que se revela ante los ojos del lector, mediante una mirada que concibe la tecnología como un fenómeno social irreductible a cuestiones solamente físicas, pero que interjuega con ellas constantemente. Su utilidad para la arqueología del arte está claramente a la vista.