Cuerpo y tecnología son dos conceptos complejos que han establecido relaciones complejas a lo largo de la historia. Pero la aceleración de los procesos tecnológicos de nuestro tiempo enfrentan al cuerpo con una inquietud ineludible sobre sus propios límites. Si queremos encontrar una historia que nos permita hilvanar la relación entre cuerpo y tecnología nos veremos en una confusión tan grande como la que nos plantea su futuro. Aunque hay propuestas históricas que nos proponen diferentes visiones de la relación estos dos conceptos complejos son generalmente posicionamientos negativos, en el sentido de mostrar la confrontación entre un cuerpo que teme por su integridad y un mundo de artefactos que parecen avanzar con independencia de sus creadores (o de sus manipuladores). Pero creemos que la dificultad no está en el desenfreno de lo técnico que amenaza lo humano sino en pensarlos como dos entidades alejadas y/o enfrentadas entre sí, cuando el cuerpo siempre ha sido tecnológico.
