Las quadras portuguesas, equivalentes a nuestros cantares, canciones o coplas, son cuartetas octosílabicas de rima alterna, generalmente populares, pero que han sido escritas también a lo largo de los siglos por los poetas “cultos”. Uno de estos fue Fernando Pessoa, que junto a sus muchas innovaciones y enriquecimientos de la lírica portuguesa, se mostró fiel a esta forma popular desde su infancia hasta sus últimos días, dejando recopiladas en 1935, el año de su muerte, unos centenares de quadras , editadas póstumamente y reeditadas en numerosas ocasiones. Pese a ello, no habían sido nunca vertidas al castellano.