“Ninguno como el autor de Canciones de Arauco puede llamarse mejor que él un poeta nacional. Rudo y fuerte como nuestra tierra, sin los refinamientos que caracterizan a otras naciones en estado de decadencia, sus palabras tienen la espontánea agilidad e incomparable sencillez de toda palabra joven aún, no estragada por un largo vivir…” (Fernando Santiván, La Unión, 4 de abril de 1908). Prólogo de Enrique Volpe. Samuel Lillo recibió el Premio Nacional de Literatura 1947