Un juez cazatiranos se dispone a firmar la orden de detención contra un dictador que yace en la sala de operaciones de la clínica elegante de un Reino lejano, pero...surgen problemas que nadie pudo prever. Con ello arranca Cadáver Tuerto y comienzan las peripecias de Lautraro, un actor de barrio salido del Puerto y llegado a la Capital que transitará entre bambalinas por los diversos escenarios del drama del País que se cae del mapa. Encarcelado y enviado en extrañas circunstancias al destierro, participa en las transmisiones de una radio onda corta, vive el exilio de los opulentos y el de los menesterosos, y regresa al País a desempeñar un papel protagónico el día en que los jueces deben decidir la suerte del Tirano. Lautraro no es sólo el protagonista de amores efímeros con Ana, Mariela y la Gringa, a quienes deslumbra con las mutaciones de su identidad. Su tendencia a fundirse con las personas que frecuenta lo lleva a adentrarse en el alma ajena y a experimentar las vivencias de otros, incluso las de aquéllos que lo están torturando. Pero el personaje con quien la relación alcanzará las honduras de una prolongada coexistencia espuria será el propio Tirano. Novela dividida en once visiones, donde lo trágico se combina con lo divertido, Cadáver Tuerto sorprende por su virtuosismo lingüístico y una concepción original que supera el esquema de buenos y malos.