Esta historia es la que mueve la creación del poemario “Bobby Sands desfallece en el muro” a principios de los años ’80 en Chile, que busca adentrarse en la evocación valiente en tiempos donde no se podía conversar ni comunicar, menos sobre resistencia y subversión. Es el valor primario que, con arrojo, se colma de energía en busca de justicia, pero es acallado y castigado, siendo el fin último someter la escasa humanidad que ambiciona no ser abatida.
Es a través del cuerpo que se aplica el miedo y el dolor, condicionándose el lenguaje, que decir y que no decir. Carmen Berenguer, la poeta, dice y dice claro, entregándole carácter y presencia a la palabra poética, descubriendo que el verso también cuenta con cuerpo y que a través de este se puede comunicar lo salvaje y bestial que será el monstruo neoliberal que se asoma en esa época.