El texto de teatro es el teatro mismo, al desnudo, en su esencia; y que mejor manera de presentarlos que presentarlos desnudos, tal y como fueron escritos, apoyados solamente por lo que perdura, la palabra. Estos cinco textos que en su momento fueron hechos carne de teatro, nacieron bajo el alero de talleres y propuestas de contar historias como una necesidad de visibilizarlas, quizás de vivirlas y que otro entienda lo ocurrido, los fantasmas que nos inundan y sus contradicciones frente a lo que es el hombre y sus deseos. Son cinco enigmas que poco a poco se van revelando, personajes que se conectan, se ruegan, se lastiman, se rechazan, se necesitan, y por sobre todas las cosas siguen amando, siguen creyendo.