En Aulas que permanecen vacías se rinde un homenaje a profesores que hicieron de su vida un deber con dimensión de sociedad y cayeron enfrentando a la dictadura. Se destaca de las historias y relatos aquí reunidos, la forma en que se establece su relación, por una parte, con la pedagogía, y por otra, con los sujetos de ella. En ambos casos, se nota la profundidad con que su experiencia educativa está teñida de compromiso, incluso antes que su responsabilidad política y, estableciendo distintos tipos de relación con esta, de tal forma, que su vinculación con la educación y sus sujetos impregna los distintos niveles de su existencia.