La lucha para elaborar por primera vez en Chile una constitución verdaderamente democrática mediante una asamblea constituyente libre, soberana, democrática y representativa, ha ido cobrando fuerza desde 2011. Numerosas personas, organizaciones sociales y políticas han manifestado su adhesión a esta idea y han realizado numerosas acciones tendientes a visibilizarla a escala nacional. No obstante, los innegables avances, el camino hacia un proceso constituyente de estas características esta aun plagado de dificultades y peligros derivados de la tenaz oposición de los grupos y sectores sociales que siente amenazada su hegemonía y privilegios cada vez que surgen iniciativas democratizadoras. La vía hacia la asamblea constituyente requiere, pues, una considerable acumulación de fuerzas sociales y políticas.