Es una crítica radical a la estructura disciplinar de los saberes humanos sobre la sociedad, a las falsas disyuntivas que las han alejado cada vez más. Nos invita a reflexionar sobre la Historia en el siglo XXI, invitándonos a reescribirla. Con una clara intencionalidad pedagógica, simplificando las ideas pero sin atentar contra la complejidad del conocimiento histórico, el autor nos lleva por la reconstrucción de las principales corrientes historiográficas del siglo XX, teniendo como principales fundamentos, el análisis de los fundamentos de la Historia Crítica propuesta por Marx y relevando los aportes de la Escuela de los Annales, las nuevas corrientes que nacieron desde ambas influencias post 1968: la Historia Social de la Cultura, la Historia desde Abajo o marxista-británica, la Microhistoria italiana y el Análisis del Sistema-Mundo Capitalista. Nos es imprescindible relevar uno de los 7 pecados capitales del/la mal/a historiador/a: la linealidad del tiempo histórico, con el objetivo de “criticar y deconstruir radicalmente las nociones moderno-burguesas de la temporalidad” como explica Aguirre. Creemos que es necesario explicitar que ésta es una problemática esencial no sólo para historiadores/as, sino también para comprender nuestros propios accionares dentro de las organizaciones sociales de las cuales somos parte: esos tiempos económico-sociales que nos enseñan sobre el contexto neoliberal en nuestro territorio; esos otros político-sociales que permiten comprender las continuidades de los gobiernos progresistas que han sostenido un modelo experimental e impuesto por el imperio; los culturales que nos permiten comprender los cambios que podemos ver en el movimiento mapuche, en el movimiento feminista, en los jóvenes; y los tiempos geográficos que podríamos extender hacia varios siglos atrás y comprender las transformaciones de la apropiación del espacio; tiempos históricos que poseen diversos ritmos, intensidades y duraciones.